El artista gallego Carlos Ares presenta su último trabajo Peregrino, fruto de “un largo camino” en el que plasma su evolución musical y que le devuelve a “su versión más primitiva”. En sus propias palabras: “Hablo sobre un hijo único, una infancia feliz, unos padres monógamamente enamorados, historias de amor no tan monógamas, miedo a la soledad, sociopatías, rabia y mega confianza en uno mismo”. Definido como músico, multi-instrumentista, cantautor y productor, el coruñés de 26 años, que lleva once pisando fuerte en la escena nacional, combina pop rural y folk alternativo, consiguiendo un sonido con “aires celtas, sensación a tierra mojada y cargado de energía vital”. En definitiva, una fusión entre el mundo orgánico y el electrónico, con una banda compuesta por seis músicos que transmiten fuerza, conexión, dinamismo y diversión, jugando con guitarras crudas, arreglos corales, violines, sintetizadores, percusiones y hasta una sartén. Como él mismo dice: “Una oportunidad para ser libre, ver la belleza en la historia de uno mismo, sin edulcorantes, ser natural, pensar como yo pienso y hablar como yo habloʼʼ.